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domingo, 12 de agosto de 2012

PEDRITO Y EL ARPA MAGICA


Pedrito salto feliz a tierra, esta vez le pareció el mas bello de los mundos, pero rápidamente decidió ir tras un árbol. Sentado comiendo su merienda, sentía el fresco aroma a hierba mientras repasaba sus planes, existía un problema que no lograba resolver,¿ como desharía del gato?, seguro lo olería, además ya sabía por dónde entro, en eso estaba cuando escucho:



-        ¿Quién eres pequeñín? – Le dijo un gato anaranjado

A Pedrito le dio un salto el corazón, latía tan rápido que no le permitia hablar, tomo un spray de pimienta con una mano tan temblorosa que casi se le cae. Era lo único que llevo para casos de emergencia.

-        No te asustes amiguito, no soy más que un simple gato que se gana la vida, y en general no como humanos y menos a uno flacucho como tú. Dijo sentándose al lado de un Pedrito atónito.

-        Quiero un trago de leche ¿no tendrás uno por ahí?


Pedrito le paso una caja de litro que el enorme gato se la tomo como si fuera un vaso.

-        Mmmm, esto es vida ....¿no hablas mucho eh muchacho? ¿te comieron la lengua los ratones? Jajajajajaja

A Pedrito que nada le molestaba mas que se burlaran de él, le dijo,

-        Estaba pensando y me interrumpiste.

-        ¿en qué estabas tan concentrado? Le dice el gato levando una ceja en forma bastante burlesca.


Era un gato muy raro, vestia botas y sombrero. Pero se veía confiable y simpático, Pedrito estaba pensando si confiaba o no en él.

-        Vamos, .. No soy más que un simple gato que se gana la vida,  se escuchar y hablar …. Miauuuuu.

-        Bueeeno, el tema es que tenía unas habichuelas mágicas… (dijo Pedrito medio tartamudo?
-        ¿habichuelas mágicas?, jajajajajajaja, eso son sólo un cuentos de niños. Dijo el gato mirándolo atonito.


-        Nooo, si es verdad, hace unos dias en la noche cayeron a tierra y en la mañana había un enorme árbol por el que subí y llegue acá, y fui al castillo del gigante, entré, había un enorme y malvado gato gris, le dice mirándolo de reojo, el gato anaranjado parecía muy interesado. Logre esconderme y la ogra lo agarro de la espalda y lo tiro por la ventana. ( el gato ensombrerado arrugo el entrecejo)

-        Debo volver a entrar al castillo a buscar algo pero …hay un chiquitín, ligerin, pequeñín, problemita…. "El gato"  termino el otro gato.
-        ¿quieres sobrevivir? Necesitas un Plan- dijo el gato, muy feliz, ves estas Botas, son un símbolo de honor y justicia, dijo muy ufano. Soy un gato aventurero, eso significa que me gustan las aventuras dijo muy orgulloso.
Conversaron largo rato, sobre las entradas al castillo y las aventuras del gato, juntaron un montón de cuerdas para entradas y salidas.

El gato se tomo el otro litro de leche, Pedrito un poco de fruta y partieron.
El gato con botas no pregunto mucho, no le gustaban algunos ogros, él había conocido sólo un ogro bueno, y ya había escuchado cosas muy feas de este ogro de las hadas del bosque, de las sirenas del estanque, tanto que ni los pajaritos se acercaban a él. Así que decidido ayudar al chicuelo.

Una vez que llegaron al castillo lanzaron un cuerda que dejaron muy bien amarrada al árbol, el plan era que don Gato con Botas, como se hacia llamar, se encargaría del gato gris, y se marcharia, hasta ahi llegaba su colaboración. Y Pedrito haría lo que fuera tenia que hacer.

Al Gato con botas no le gustaba meterme en los asuntos privados de los demas.
El gato trepo con una habilidad que a Pedrito lo dejo con la boca abierta, como si lo supiera el ensombrerado lo miro, le guiño el ojo, golpecito al sombrero y salto adentro.


Antes que se diera cuenta tenia a un gato en posición de pelea, en menos de lo que tarda un pestañeo, nuestro gato atigrado estaba sentado en una ventana, mientras el gris pasaba de largo en su ataque.
-        ¿pero que tenemos aquí? ¿si no es una bella damisela?  En un brinco estaba en el suelo, y le hacia reverencia con su sombrero, buenas tarde bella señorita, gustaría usted bailar conmigo.
Nuestro amigo gatuno quedo tan asombrado con al habilidad de esta chica, su mirada fiera y aventurera. No se diga que él es quedado. De inmediato la invito a huir con él a un mundo lleno de aventuras, ella ni corta ni perezosa acepto.
 Ni decir el asombro de Pedrito cuando los vio deslizarse juntos por la cuerda la gata gris por estuvo a un segundo estuvo de ensartar a Pedrito en sus garras si el Sr. Con Botas no la detiene, “calma chica, hagamos el amor no la guerra”.
     
Miauuu, Miauuuu, te dejo ir con la condición que liberes la chica,
-        Si, si, si dijo Pedrito sin saber de que le hablaban.


 
-        Lo sabré si no lo has hecho le dijo la gata mirándolo y relamiéndose.
-        Cuidado muchacho, dijo el gato atigrado, una promesa es una promesa si no cumples, esta vez no la detendré.
 El suelo retumbo y se escucho una voz que parecía un trueno “mujer, quiero mi cena”
-        Es hora de irnos querida – antes que Pedrito se diera cuenta habían desaparecido, aun sentía la mirada de la gata, ¿Qué chica? Parece que se había metido en un lio peor, esperó a que el ogro pidiera sus monedas, en lo que el tardara en subir hasta la ventana, el ogro estaría dormido. Pero lo escucho fue…
-        Mujer tráeme mi arpa cantora, mas le vale que lo haga mejor que la otra vez o la tiro al fuego.

Si bien no era lo que esperaba empezó a subir, quizás el arpa era de oro.
Estaba agotado cuando llego arriba, se escondió detrás de un pedazo de cortina.
-        Huelo carne humana – dice el  ogro parándose

La ogra pone sobre la mesa un chica arpa,
-        el arpa parecía de oro, pero  .... ¿pegada a una chica? ¿seria esa la chica que hablaba la gata, ufff se veía grande

-        Hombre!!!! Me tienes harta, me paso el dia fregando y fregando, limpiando cada rincón ¿crees que no habría visto un humano? – le dice con las manos en las caderas- ¿Y que haces tú? ¿agradeces mi esfuerzo, alabas mi comida? Nooooo, lo dejas todo echo un asco – le dice – mostrándole las botas manchadas de barro por todo le piso. Sin esperar respuesta salió dando un portazo.
El otro olfateo un par de veces y no muy convencido se sentó frente al arpa.
-        ¡Canta!!!!! Y mas te vale que lo hagas bien o te tirare al fuego, le dice mostrándole la chimenea donde ardían unos leños.
La pobre arpa desentono la primera letra de los nervios que tenia, el ogro la iba a tomar cuando ella empezó a cantar una alegre canción y luego unas muy suaves mirando al ogro.


Pedrito gracias a los nervios no se durmio con las canciones, se asomo despacito, el arpa lo vio y dejo de cantar, Pedrito logro hacerle una seña con un dedo sobre los labios,  ya que el ogro abrió un ojo, el arpa siguió cantando y el ogro  roncando. Pedrito se deslizo hábilmente por la cuerda como muchas veces hizo en el colegio, hizo señas que cantará mas alto, asi lo hizo la chica-arpa, y Pedrito pudo lanzar su cuerda ancla y escalar a la mesa. El ogro olfateo y siguió durmiendo. Muy, muy despacio Pedrito se acerco y le dijo a la chica arpa que la iba a rescatar, pero ella debía seguir cantando mas suave cuando tocara el suelo, suave, suave, para que no despertara.
Con gran habilidad y el máximo de sus esfuerzos logro bajar primero el arpa, bajar él no costo nada. El arpa no dejaba de cantar, pero su cara era de un terror sin nombre. Pedrito nuevamente amarro a el arpa y  con un sistema de poleas la subió, al llegar arriba ella se agarraró de las cortinas, para el último impulso y para quedó parada en el borde de la ventana, Pedrito, que después el tamaño esfuerzo que le significo subir el arpa, subir él le parecio casi nada, si no fuera por sus adoloridos brazos y espalda.

Ahora debian bajar la ventana. La chica-arpa miro a Pedrito muda de terror, rápidamente él le hizo una seña para que siguiera cantando suavemente. El arpa no se podría deslizar sóla por una cuerda recta. Muy preocupado Pedrito miro a su alrededor. Y sonrió.
Muy despacio y voz baja le explico al arpa:

          - No debes dejar de cantar, te sujetaras con manos y pies de la cortina - ella lo miro alarmada, pero no paro de cantar-  igual iras amarrada- prosigio Pedrito-  y te sostendré como lo hicimos en la mesa, pero será mas fácil y no te golpearas, nunca dejes de cantar, subes un poco el tomo para que el ogro te siga escuchando, cuando este yo abajo puedes callar.
Así con mucho esfuerzo, sudando y con los guantes rotos logro dejar abajo a el arpa sana y salva. Ni penso en bajar elegantemente de pie como quien se desliza por una patineta, como hizo el gato, con trozos de cortinas se envolvió brazos y piernas, imitando a los bomberos fue bajando por la cuerda principal.

¿y ahora? ¿cómo se llevaba esta arpa?, miro a todos lados, mientras pensaba, maldito gato, debió quedarse a ayudar.

Miro por todas partes, revisando con lo que contaba, de su mochila saco su skate, puso la chica-arpa encima, quedaba un pequeño espacio para él, sujetando al arpa se lanzo a correr por el camino principal, hacia ruido, pero tampoco tanto. Llegando a los arboles la chica le dice que se metan en los árboles

         - "¿con el skate?" - Pregunto Pedrito

        - Si, es muy importante - dijo la chica - ahi recibiremos ayuda

        No muy convencido Pedrito empujo el arpa hacia unos arboles muy verdes, , mientras ella iba con un canto rarisimo. Esta muy loca la pobre penso Pedrito, costaba mucho mover el skate en le pasto y mas encima iban dejando rastro, se lo iba a decir cuanod cayo de lado, ella emitio un sonido pareciod a un gorgeo un par de veces, unos pájaros le respondieron, mientras tanto con un esfuerzo máximo Pedrito la puso de pie, ¿Qué esta arpa tonta pensaría que los pájaros los ayudarían?, le la amarro como si ella fuera una carreta y él un burro de carga. ¿Qué lindo, no?  Como se reirían sus amigos si lo vieran ahora, jalando un arpa humana en medio de una selva.
El arpa volvió a gorjear, se escucho un gorgueo mas cerca, un mosquito pico a Pedrito en el cuello….. y su cuerpo se derrumbo sobre la suave y mullida alfombra de pasto


-         



lunes, 30 de julio de 2012

UN NUEVO MUNDO



Así fue como la madre emprendió una subida que podría ser suicida para una mujer desgastada por el dolor y el trabajo. No era vieja pero la vida dura que había llevado la hacia aparentar el doble de su edad. Lo que le faltaba en condición le sobraba en valor, determinación y sobre todo en amor. Un amor incondicional a ese hijo ingrato que  acostumbrado a contar con él no lo supo ver. Subía y subía con la esperanza de encontrar un rastro de su amado hijo, su razón de vivir, sin él no valía la pena seguir.


El agotamiento y el dolor estaba pasando la cuenta, se sentía mas anciana que nunca, paro un momento afirmándose en los gruesas ramas que sin dificultad sostenían su peso, así devastada pensó que su Pedrito era casi un hombre ¿no seria egoísta en tratar de retenerlo? Pero ella lo amaba, sintió que un espada atravesaba su corazón y lagrimas contenidas duramente muchos años afloraron, en un llanto desgarrador que solo un par de audaces pajaritos presenciaron su tristesa, a medida que el llanto aumentaba haciendo que sus frágiles hombros se estremecieran sin control, unos minúsculos duendes de la compasión soplaron sobre ella.



 Lentamente fue volviendo la calma dejando la sensación de una gran piedra en su corazón ¡cómo extrañaba a su marido! El con su bondad y sensatez seguro habría sido capaz de criarlo como Dios manda.

Una sensación de desilusión, de sentirse poco amada por quien daría su vida la abatía e impedía seguir, por un segundo miro hacia abajo, solo nubes si se dejaba caer flotaría como una hoja al viento quizás moriría antes de caer y a nadie le importaría, quizás alguna vez Pedrito se acordara de su madre. Una parte de ella le decía que quizás él la podía necesitar.


Así se acomodó como pudo sobre las ramas y durmió como una vez vio dormir una bella leona.

Junto con el amanecer empezó nuevamente la subida esta vez con el corazón adolorido de no sentirse amada- no importa su amor bastaba por los dos -y siguió en cada rama iba dejando parte de ella, ya sus manos duras por el trabajo contaban algunas apoyas, eso no la amilano, la sed hacia se empesaba a sentir,  no quedaba agua en la cantimplora,  sentia que las fuerzas la abandoban, que no sostendria mucho tiempo, casi empesaba a resbalar.

Se sujeto con mas fuerza, cerro los ojos pidiendo ayuda a su marido,  cuando los abrio una pequeña luz, con las ultimas fuerzas logro llegar al valle mas hermoso que hubiese visto, lleno de flores  y no muy lejos un bello estanque se arrastró a beber, ya no tenia fuerzas para caminar, después de saciar su sed se miro y vio una bella señora.


El cansancio era demasiado para pensar y se durmió.



                   CONTINUARA ............

martes, 17 de julio de 2012

PEDRITO INCOMPRENDIDO



En la mañana junto al desayuno Pedrito encontró una nota, “empieza a cortar el árbol, mañana entre los dos terminamos”.
¡Cortar el árbol! Con todo el oro que podrían conseguir, no, el no pensaba cortar nada, si era necesario se iría de la casa y de ese pueblo, que al final era demasiado pequeño para alguien como él.

Mientras más lo pensaba mas decidido estaba, entre sorbo y sorbo de leche y mordidas de pan iban planes y justificaciones, su madre era una egoísta e ingenua con eso de los valores, no veía todo el potencial que él tenia, no veía por él sino solo esas cosas de la iglesia, que al final ¿Quién a llegado lejos con esas cosas? Al final ¿para qué? Para que los tiren a los leones, ¿Quién a trascendido o ha sido famoso con esas cantinelas?," ¿y Jesús? "Dijo una voz muy suavecita en su cabeza, ¡ a él lo crucificaron!, se limpio a la boca acallando la voz y se fue a su habitación.
Saco una mochila, se iría al país del gigante, recorrería ese mundo seguro habría muchas riquezas y lugares dignos de alguien como él, no iría vestido como un pordiosero, tomando sus dos monedas se dirigió a la ciudad. Compro lo que considero necesario y podría cargar, guantes especiales para escalar, en fin todo un buen equipo, ropa de calidad, una tenida liviana y otra algo mas gruesa, fácil de doblar y llevar.

Acostumbrado a pasar hambre no se había dado cuenta había pasado la merienda, entro la hamburguesería y se comió TRES promociones, muy satisfecho fue a comprar bebidas energéticas y frutos secos para el viaje, tenía que apresurarse para llegar antes que su madre.

 Se llevo para el camino uno de esos famosos helados que siempre miraba, prometiendose a si mismo algun día comer uno.
Llego a casa, la miro casi con nostalgia, preparo la mochila, pensando que quizás su madre no era tan mala, pero no entendía como son las cosas, trabajando solo terminaría matándose ya parecía una anciana y no era tan vieja. Cuando fuera millonario le mandaría a buscar.

Mientras tanto decidió dejarle la casa limpia es el único regalo que ella agradecería, así que limpio a fondo toda la casa, encero y limpio los cristales, pulió los humildes muebles, le dio una mano de pintura a la cerca, y reparo esa ventana suelta que hace tiempo su madre la había pedido. 

Saco casi un dos sacos con basura, boto tambien todas sus cosas viejas para no dejar tareas ingratas a su madre.
 Finalmente, saco dos sándwich de carne que había comprado en la ciudad, dejo uno a su madre con una nota diciendo que mañana cortarían el árbol, que hoy se dedico a la casa antes que se llenaran de ratones. Y  fue a dormir un poco extrañado su madre tardaba en llegar, quizás decidió hacer horas extras para no trabajar mañana.

La madre llego muy cansado y con un pesado paquete que podía llevar gracias a los años de trabajo duro, lo primero que vio fue el árbol, algo desilusionada ya que en el fondo sabía que su hijo no lo cortaría. 
Algo raro había en la casa, no sabía qué, pensaba mientras cruzaba la cerca, al entrar quedo muy sorprendida de ver todo limpio, con mucho cuidado dejo la sierra eléctrica en el suelo, todo brillaba, sus ojos se llenaron de lagrimas, hace tantos años que la casa no lucia así, desde que su marido vivía y ella disponía de más tiempo. Encima de la mesa un sándwich,  un termo y una nota, estaba tan emocionada que no cuestiono de donde salió el sándwich, se tomo el té más rico de muchos años, comió y se fue a dormir muy satisfecha.

Andes de despuntar el alba, Pedrito se asomo a la puerta del dormitorio de su madre, la vio dormir unos minutos, no se atrevió a darle un beso por si despertaba, ¡pobre vieja! Pensó con ternura, ya la ayudaré cuando sea millonario, sigilosamente salió y comenzó su ascenso.

Una última mirada a la deteriorada casa que esperaba nunca más ver, fue una inyeccion de energia para aumentar el ritmo, esta vez si a ritmo parejo.
La madre despertó con los primeros rayos de sol y con la sensación de ser observada, pero no había nadie, recordó que por hoy podría dormir un poco mas, no iría a trabajar, aun siendo temprano se levanto y después lavarse la cara con agua fría fue al gallinero recogió los huevos, los de hoy no se venderían, los prepararía para el desayuno tenían el gran trabajo de botar ese árbol, trozarlo y después se podría vender la leña, eso sí era honesto, correspondería al precio de la vaca.

 Cantando preparo el desayuno y llamo  ¡Pedrito a desayunar!!!!, al no responder fue al dormitorio, se encontró la cama hecha una nota con unos billetes y monedas encima que aparto para leer
 “Querida mamá no te preocupes, voy al otro mundo, al del gigante donde adquiriré grandes riquezas y viviré muchas aventuras, no te preocupes por mí, soy muy listo  más de lo que crees. Cuando sea millonario te mandare a buscar, quedaban dos monedas de oro en mi bolsillo, compre unas cosas que necesitaba, te dejo el dinero tu lo necesitas y en el otro mundo no servirá.”
Te quiero mucho y espero seas más feliz, ahora tendrás una boca menos que alimentar.
Pedrito”
Sin saber bien que hacer, salió de la casa y dirigió al mirando a lo alto del árbol, como si con eso hiciera volver a su hijo. Se seco una lagrima que resbalo por su rostro, cuadro los hombros y se dirigió con paso sereno a la casa.
Lo que paso en seguido como si otra actuara en su lugar, lo único que sabía es que su hijo no se iría sin ella, “ya es casi un hombre, en algún momento deber partir”, le dijo una vocecita en su cabeza, con una voz seca respondió en voz alta "CASI, aun es un niño".
Se sento en la mesa y se comió todo, necesitaría energía, busco la mochila vieja de su marido, metió un par de prendas de él, seguro después haría frio y necesitaría sentirse protegida, casi cae otra lágrima, respiro hondo. Una botella con agua, pantalones más gruesos y camisa delgada y gruesa, guantes de podar, tijeras de podar, mientras pensaba que mas vio las cuerdas que usaba hace tanto para cosechar nueces, mirada alrededor, se colgó la mochila, fue al gallinero abrió la puerta, ya se las arreglarían ellas, y dirigió al árbol, por un segundo dudo al verlo tan alto, pero pensó esta no es la primera vez que subo un árbol y era una mujer muy fuerte a base de trabajo. Así con la decisión de una madre empezó a subir



CONTINUARA........

jueves, 12 de julio de 2012

PEDRITO Y SU PRIMERA AVENTURA



Así Pedrito que se consideraba un joven audaz, atlético y de gran inteligencia, comenzó a subir rápidamente por el tallo, subía y subía. Muy pronto dejo de ver la casa,  lo rodeaban las nubes, que lejos de ser suaves y esponjosas, eran frías y húmedas, sentía las manos casi dormidas de frío, era fuerte la tentación de tenderse sobre uno de los gruesos tallos y dormir una siesta, pero recordó un programa de televisión donde se morían de frio. Así que pese al dolor, similar miles de alfileres clavados en sus manos, siguió subiendo.

Cada vez el cansancio era mayor, quizás debió partir mas lento, pensaba, cuando lentamente la sed se fue apoderando de él, la lengua pegada al paladar, paró y respiró profundo, extrañaba las nubes, y aun mas la cantimplora que su madre le preparaba cuando iba la campo ¿Por qué no la trajo?, no podía seguir, la sed lo consumía, sentía la lengua como un peso en su boca, los labios le dolían, probo a succionar su ropa que aun seguía húmeda, sabia asquerosa, pero algo lo alivio.

Por un momento pensó en regresar, pero un chico audaz no se rinde, además con todo lo subido seguro que no faltaría mucho.

Siguió subiendo esta vez mas despacio, ya con algunas ampollas en las manos, la ropa raída, y un cansancio que varias veces lo hizo pisar donde no debía, por suerte cada vez el árbol era más frondoso.



Finalmente llego a lo que parecía un hermoso país y al fondo un imponte castillo.

Desapareció el cansancio, los dolores, ese castillo seguro guardaba grandes riquezas, se encamino con paso firme con la vista fija en el edificio.


Al llegar se percato de sus inmensas dimensiones, con mucho cuidado lo rodeo, y lo primero que vio es una gran fuente con agua a la que se lanzó,  bebió y se baño.

Sintió unos pasos y un enorme gato corría hacia él, en ese momento se dio cuenta que estaba en el bebedero gatuno, se apoyo fuertemente en el borde y dando uno de sus famosos saltos, alcanzo a llegar cerca de la mesa y meterse debajo de la pesada alfombra, que el gato comenzó a arañar, se arrimó lo mas que pudo a lo que parecía ser la pata de una mesa. El gato seguía furioso hasta que escucho una osca voz femenina



·       Que haces gato del demonio, arañando la alfombra que me regalo mi madre- se sintió un maullido y un golpe, supuso que abrían tirado el gato por la ventana. Un problema menos.

Cuando sintió unos pasos que hacían retumbar toda la habitación con alfombra y todo Pedrito pego un par de saltos. Con la cortapluma que siempre llevaba hizo un pequeño orificio para mirar.

Y vio unos zapatos más grandes que toda su casa.

-        ¡siento olor a carne humana aquí !  dijo una voz atronadora, Pedrito recordó que los ogros comen personas y se puso a tiritar de miedo.

-        Que tonterías dices, debe ser el estofado, este lugar aislado de todo te esta volviendo loco, deberíamos visitar a mi madre.

     -        Cállate mujer y trae mi cena.
  
-        La mujer le trae algo que olía delicioso, Pedrito sin comer casi se desvanecía, el ogro tenia muy malas maneras y botaba trozos de comida al suelo. A Pedrito le costó su fuerza voluntad no arrastraste por un pedazo.

Finalmente el ogro pareció cansarse de comer y dijo

-        Mujer!!!! Tráeme mi sidra y mi bolsa de monedas preferidas.
   

-        Mas parezco una sirvienta que tu mujer, dijo dejando de un fuerte golpe algo sobre la mesa- Me voy a dormir si quieres otra cosa la buscas tu.




Pedrito sentía al ogro beber y contar las monedas, pero en este momento lo que lo obsesionaba eran los restos de comida del suelo.

Finalmente sintió unos ronquidos que remecían la mesa, suavemente se atrevió a salir y devorar los restos de comida que era como magia, se sentía fuerte, aventurero, capaz de todo, y a travez del mantel subió a la mesa, el ogro se movió y murmuro carne humana, Pedrito se escondió tras la jarra, pero el ogro siguió durmiendo, esta vez la fortuna le sonrió y la bolsa le quedaba como una mochila y rápidamente, bajo y deslizo suavemente para no hacer ruido con las monedas hasta la grieta.



Una vez fuera corrió todo lo que le daban las piernas y bajo tan rápido que ni él mismo lo creyó.

Entro a la casa muy ufano sintiendo orgulloso de si mismo. Encontró a su madre llorando, ¿Qué te paso? ¿Por qué llegas tan tarde? ¿Por qué tu ropa esta destrozada le dice muy alarmada?.

Pedrito le cuenta en forma exagerada su aventura, la madre lo escucha en silencio, a ver la bolsa le dice, Pedrito se la pasa, con esto nunca mas pasaremos apuros le dice, no tendremos que trabajar.
Sorpresivamente la madre se para y comienza a regañarlo ¿Qué hice mal contigo? ¿no te he enseñado que no hay que robar?

-        Era un ogro

      -        No importa quien sea lo mal avenido es mal aprovechado, este dinero no se tocará porque no es nuestro y mañana cortas ese árbol maldito.


-        Es un hombre malo argumenta Pedrito.


-        ¿no vamos a la iglesia todos los domingos? ¿no pones atención? Te informo jovencito que hay un mandamiento que dice “no robaras” ¿Qué parte no se entiende? , yo no vea que diga salvo que sea un ogro.

-        Pedrito enojado, sintiéndose incomprendido se fue a dormir, por suerte alcanzo a echarse unas monedas a al bolsillo.


CONTINUARA